Los treinta y ocho años de Federico García Lorca están atravesados de vida y de muerte. Burbujas de ambos transitan su vida y le hacen respirar la luz y la sangre, la carne y el amor. Imaginamos un texto habitado por momentos desde su llegada a Madrid hasta la última mirada a la bala que lo atravesó. Un acercamiento al Lorca joven, vivo y también al Lorca amigo, al excesivo, al viajero, al amante de la piel y de las palabras.
Un homenaje a la poesía en y por la vida.